España y Argentina buscarán hoy en Pekín, en sus respectivas semifinales contra Australia (4:00 HB) y Francia (8:00 HB), su regreso a una final del Mundial de básquet, para intentar ocupar el trono vacante que ha dejado Estados Unidos, derribado en los cuartos de final.
Argentina albergó y ganó el primer Mundial, en 1950, y después jugó otra final, de 2002 en Estados Unidos, donde fue superada en el duelo por el oro por Yugoslavia.
En el caso de España, únicamente ha llegado anteriormente a una final de este torneo, la que ganó a Grecia en Japón 2006.
Por ello, una victoria hoy supondría para ambos la ocasión de regresar a la primera línea después de dos Mundiales en los que no pudieron estar en la lucha por las medallas.
De la generación coronada en 2006 únicamente continúan en el plantel español dos hombres, Rudy Fernández y Marc Gasol, ese último campeón de la NBA esta temporada con Toronto y llamado a liderar a los suyos en ausencia de su hermano Pau.
España llegó a China 2019 privada además de estrella como Sergio Rodríguez y Nikola Mirotic, pero ha ganado todos sus partidos, incluyendo un duelo contra Serbia en la segunda ronda, que ha disparado la ilusión alrededor del equipo.
En la segunda semifinal, Francia y Argentina disputarán un duelo inesperado, tras dar las sorpresas de los cuartos al ganar a Estados Unidos (89-79) y Serbia (97-87).
En el equipo albiceleste sigue estando un hombre emblemático, Luis Scola (39 años), y brilla también Facundo Campazzo (Real Madrid).
Frente a ellos estará una Francia que fue tercera del Mundial en 2014 y que se apoya especialmente en cuatro jugadores NBA, Evan Fournier, Nicolas Batum, Frank Ntilikina y Rudy Gobert.
“Tenemos que superarnos, jugar con energía, igualarlos en intensidad”, Sergio Scariolo, DT de España.
SERGIO HERNÁNDEZ: “CELEBRO EL ESTRÉS”
El seleccionador de Argentina, Sergio “Oveja” Hernández, aseguró ayer, tras un entrenamiento previo a la semifinal de hoy que enfrenta a la Albiceleste contra Francia, que prefiere el estrés a la tranquilidad en la actual situación, dada la importancia del partido.
“Yo celebro el estrés en estos casos. No me gusta estar demasiado tranquilo. No me gustaría estar demasiado tranquilo a las puertas de una semifinal, porque eso indicaría que existe un cierto conformismo que yo no quiero que exista en mí”, afirmó en Pekín.
“Así que lo acepto, lo disfruto, me gusta estar un poco nervioso”, apuntó Hernández.
Los tiempos