Una contrapropuesta realizada por la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASP-B) a la Empresa Portuaria de Arica (EPA) abrió ayer la posibilidad de un nuevo diálogo por las tarifas portuarias dejando en suspenso el bloqueo de carreteras y cierre de fronteras anunciada para hoy por parte del transporte pesado internacional de Bolivia.
La propuesta fue enviada ayer, mientras en Arica permanecían cerca de 800 camiones retenidos, desde hace 10 días, a la espera de ser atendidos por la Terminal Portuaria de Arica (TPA), que reclama el pago de tarifas pendientes de pago por parte de la ASP-B, que ascenderían a 2 millones de dólares con el último incremento.
El pasado lunes, la EPA, que administra la TPA, hizo una propuesta de reducir el incremento tarifario al 38 por ciento, pero la ASP-B no respondió hasta ayer, por lo que los transportistas habían advertido el martes con medidas de hecho a partir de hoy.
Sin embargo, ayer, el gerente ejecutivo de la ASP-B, David Sánchez, informó, en La Paz, que había enviado una nota a la EPA, en la que se plantea un incremento de 10 por ciento a la carga boliviana en esa terminal, tomando en cuenta que la supuesta reducción del 38 por ciento que ofrece la TPA, en realidad, significa un aumento de 102 por ciento a la mercadería nacional.
Sánchez explicó que esa propuesta fue autorizada por el Directorio de la ASP-B y busca liberar a la brevedad posible la carga boliviana que se encuentra retenida en el puerto de Arica.
Al cierre de esta edición, aún se esperaba la respuesta de la EPA, aunque, según el presidente de la Cámara boliviana de Transporte (CBT), Alfredo Borja, lo que se esperaba era una respuesta en el sentido de viajar nuevamente a Arica a negociar el porcentaje.
Según Borja, ya es un avance la propuesta de la ASP-B, considerando que el último incremento realizado por la administración portuaria data de 2013, y existía un acuerdo de revisar las tarifas cada dos años. “Entonces, de esa parte, tiene razón nomás la empresa de reclamar una regularización de tarifas”, admitió.
Añadió que lo que ahora corresponde a la representación del Gobierno boliviano es acudir a Arica, con poder de decisión, y negociar el porcentaje, mientras que los transportistas podían hacer de mediadores y garantes.
Borja dijo que los transportistas bolivianos ya se encontraban anoche listos para tomar medidas de hecho, pero que también se esperaban novedades.
DECISIONES Y OPOSICIONES
El conflicto comenzó cuando la Estatal Empresa Puerto Arica (EPA) instruyó a la TPA “regularizar” las tarifas con Bolivia.
La ASP-B, instancia boliviana encargada de realizar los pagos, consideró que se trataba de una medida arbitraria.
La TPA, a su vez, se negó a atender a camiones bolivianos, lo que originó el estancamiento en el Puerto de Arica.
Los tiempos