Por un lado, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) finalmente oficializó los resultados de la primera vuelta de los comicios del pasado 25 de junio.
El organismo confirmó que la ex primera dama Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza, y el candidato de centro izquierda Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, se enfrentarán en la segunda vuelta del próximo 20 de agosto, que definirá quién será el nuevo presidente del país.
Con el anuncio se ponía fin a semanas de espera después de que el TSE hubiera suspendido la certificación de los resultados de la primera vuelta a petición de varios partidos, incluyendo el de la candidata Torres.
Sin embargo, la claridad que se esperaba que trajera consigo la certificación se vio ensombrecida por un video que publicó el Ministerio Público (fiscalía) de Guatemala en sus redes, en el que anunciaba la suspensión de la personalidad jurídica del Movimiento Semilla, el partido de Arévalo.
Según el fiscal Rafael Curruchiche, el partido habría incurrido en la inscripción de personas sin su consentimiento y lo acusó de “actos de corrupción”. El fiscal, que está sancionado por EE.UU. por corrupción, aseguró que un juez ordenó la suspensión de la personería de Semilla en un plazo de 24 horas.
Arévalo, quien dio una entrevista poco después del anuncio a la cadena CNN en Español, aseguró que la ley electoral de su país no permite que se suspenda a un partido después de la convocatoria electoral, y que emprenderá acciones legales.
“Estamos en la segunda vuelta, tal como lo oficializó el TSE”, subrayó Arévalo, quien insistió en que la decisión del juzgado no tiene sustento legal.
Aún no hay claridad sobre los efectos que el fallo del juez pueda tener en la segunda vuelta, particularmente después de que el propio TSE dijera no haber sido notificado del fallo aún.
Semanas de dudas
El 1 de julio, la Corte de Constitucionalidad (CC) de Guatemala le otorgó un amparo a nueve partidos políticos que participaron en la convocatoria del 25 de junio, y que reclamaban que se hiciera un recuento por sospecha de fraude.
Con el mandato de la Corte, el TSE suspendió la oficialización de los resultados y organizó una maratónica jornada de recuento de actas de tres días. Después del recuento, las juntas departamentales encontraron que no había evidencia de fraude y reportaron sus resultados al TSE.
EE.UU. elogió la decisión del TSE de certificar los resultados de la primera vuelta a través de Brian A. Nichols, el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Pero a su vez, resaltó la preocupación que genera la nueva incertidumbre por el fallo del juez a petición de la fiscalía: “Estamos profundamente preocupados por las nuevas amenazas del Ministerio Público contra la democracia electoral de Guatemala”, expresó Nichols.
“Las instituciones deben respetar la voluntad del pueblo guatemalteco”.