Uno de los efectos más crueles del cambio climático, se ha materializado en una profunda sequía y la falta de agua no solo para el riego de sembradíos, sino también para el consumo humano con efectos graves en la salud y la seguridad alimentaria. En medio de esta crisis en los meses de septiembre, octubre y noviembre de la presente gestión, esta situación se fue agudizando debido a los incendios forestales y a la quema indiscriminada de arbustos conocida con el nombre de chaqueo.
La práctica del chaqueo, es muy realizada por los pequeños y medianos propietarios de minifundios, que lo realizan con la finalidad de preparar sus tierras para el cultivo, pero lamentablemente estas prácticas son muy cuestionadas debido a sus efectos perversos e incontrolables, porque solo en la gestión de 2023 debido a estas malas costumbres se han perdido más de 2.7 millones de hectáreas de bosques por incendios forestales.
Los chaqueos, además de colocar en riesgo a la madre tierra, están poniendo en peligro la salud de los habitantes debido a la presencia de un humo denso contaminante en las ciudades de la región sur de Bolivia, por cuya razón las autoridades decretaron alerta sanitaria roja porque esta contaminación llegó a los 313 microgramos por metro cúbico de partículas contaminantes en el aire con afección en la respiración y la vista de centenares de habitantes.
Los incendios forestales en Bolivia, han puesto en evidencia la fragilidad y la poca preparación que se tiene para afrontar estos desastres, pese a que la policía boliviana movilizó a más de 4.000 efectivos policiales y militares para poder sofocar el fuego y dar con los autores de estos incendios no se pudo controlar de manera oportuna y dar con los autores de estos incendios y sancionar ejemplarizadoramente.
Frente a los efectos negativos de las practicas del chaqueo, se vuelve a cuestionar al “chaqueo” y sus formas legales promulgadas por el Gobierno de Evo Morales Ayma en las gestiones 2006-2009, normas legales que permiten el desmonte de tierras mediante la tala de árboles para convertirlas en suelo cultivable, que para muchos analistas, estas formas legales de chaqueo solo han servido para ampliar la frontera agrícola, con mayor pérdida de bosques primarios.
Como podremos advertir, las prácticas del chaqueo están ocasionando desastres naturales irremediables como es la desforestación y, están ocultando otro tipo de intereses como la ampliación de la frontera agrícola, la plantación de cultivos ilegales de coca y el engorde de tierras en favor de sectores minoritarios que están lucrando con la vida y salud de la humanidad, si bien en su momento eran útiles como parte de los usos y costumbres de pueblos indígenas hoy ya no cumplen esa función, por lo que todos estamos llamados a salvar los bosques y la vida misma no solo de nuestras próximas generaciones sino de nuestra propia generación.
Oscar Calizaya Velásquez
Director Regional ACLO Potosí