La Justicia revocó la detención domiciliaria del gobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu (MAS), y lo envió a la cárcel de San Roque con detención preventiva por tres meses, en el proceso que se le sigue por abandono de funciones, incumplimiento de deberes y uso indebido de bienes y servicios públicos.
La Fiscalía apeló la detención domiciliaria con la que Urquizu fue beneficiado en primera instancia. En una audiencia de apelación, el vocal del Tribnal Departamental de Justicia Iván Sandoval revocó esa determinación inicial hasta tanto se sigan con la investigación. Se fijó un plazo de tres meses, como manda la nueva normativa, para la investigación.
Urquizu está acusado de abandonar su cargo después de las elecciones nacionales del 20 de octubre, tras desatarse una ola de violencia que incluyó la quema de varias instalaciones electorales, entre ellas en Sucre. El 10 de noviembre anunció su renuncia poco después de que el expresidente Evo Morales anunciará su dimisión. Después, la autoridad retrocedió en su determinación y pidió coordinar con el gobierno transitorio.
La Fiscalía imputo a Urquizu por los delitos de incumplimiento de deberes, uso indebido de bienes del estado y uso indebido de influencias.
A raíz de los procesos que enfrenta, Urquizu solicitó a la Asamblea Legislativa Departamental de Chuquisaca una licencia hasta enero de 2020. En una sesión accidentada, Efraín Balderas fue elegido para ejercer como gobernador interino.
La Razón Digital / Paulo Cuiza / La Paz