Tras tres días de reflexiones, acuerdos, de compartir y planificar acciones futuras culminó el día miércoles, 30 de noviembre, el evento presencial de los miembros de la Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG), iniciado el lunes 28 de noviembre, en la casa de Retiros Emaús, de la ciudad de Luque, Paraguay.
Al concluir la actividad se brindó una conferencia de prensa en la que se lanzó oficialmente la red, luego se celebró una misa de cierre, presidida por el cardenal Adalberto Martínez y concelebrada por el Mons. Angel Macín, obispo de Reconquista y Coordinador de la REGCHAG, en la Basílica de Caacupé. Durante su homilía, el cardenal compartió la alegría del lanzamiento de la Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní, una iniciativa de la iglesia para el cuidado de la casa común, en esta región del Chaco Sudamericano.
“Entre otras redes ya constituidas, la REGCHAG, es una respuesta al llamado del papa Francisco a escuchar el clamor de los pobres, a cuidar de la fuente de la vida, que es el agua. Y la riqueza de la flora, de la fauna, del ecosistema y los diversos pueblos y comunidades que habitan en esta región de América Latina”, prosiguió diciendo el cardenal Martínez. Recordó además, que Jesús sigue llamando a cada uno para ser pescadores de hombres, para llevar la buena noticia. “Qué buena noticia es constituirnos en red para trabajar en favor de la vida plena de nuestros pueblos. Los destinatarios privilegiados de la buena noticia siempre son los pobres, las personas más abandonadas y maltratadas”, indicó.
En otro momento señaló que la hermana tierra clama y reclama otro rumbo. “Estamos llamados a ser instrumentos del padre para que nuestro planeta sea lo que él soñó y para lo que fue creado. Para responder al proyecto de paz, belleza y plenitud. Para enfrentar esta crisis hace falta construir liderazgos que marquen el camino. Ponemos nuestra esperanza en el liderazgo que pueda ejercer esta nueva Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní e incidir en normativas y políticas públicas que incluyan límites infranqueables que no se puedan avasallar y aseguren la protección de los ecosistemas frente a los intereses, sectores y grupos de poder económicos”, prosiguió.
Añadió que estos intereses en muchas ocasiones solo contemplan el lucro, sin pensar en las consecuencias y efectos destructivos que sus emprendimientos económicos tienen en lo social, en lo ambiental, en la desaparición de la biodiversidad, en la pérdida de territorio, y el impacto negativo en el espacio sociocultural, y en la vida misma de tantos pueblos originarios, campesinos e indìgenas, que es “lo que podría darse en el caso del Gran Chaco, por el avance del modelo extractivista de producción, afectando el débil equilibrio en el ecosistema”.
Asimismo, agregó que una red se caracteriza porque todos sus nodos cumplen una función insustituible y contribuyen al conjunto para cumplir el objetivo: en este caso, el volver y proteger la vida que se sostiene por el agua, el aire, la tierra, la biodiversidad, y las culturas de las poblaciones que habitan estos territorios, con sus efectos positivos para el país, para la región, y para este hermoso planeta en el que vivimos. Destacó la importancia de trabajar en red con la participación activa de diversos sectores sociales, económicos, políticos, científicos y de las propias comunidades afectadas responde a la propuesta de una iglesia sinodal, misionera y samaritana.
En la conferencia de prensa
Al mediodía, de este dìa miércoles, se llevó a cabo la conferencia de prensa de lanzamiento oficial de la REGCHAG en la que referentes de cada uno de los países presentes, Paraguay, Argentina, Bolivia y Uruguay, compartieron un resumen sobre la importancia de la existencia de esta red.
Monseñor Ángel Macín, Coordinador de la REGCHAG y obispo de Reconquista, dio inicio, diciendo que esta red está inspirada en la encíclica Laudato SI, del papa Francisco y que busca servir al territorio, profundizar en su conocimiento, y hacer alianzas estratégicas. Además, indicó que durante estos tres días de encuentro, se pudo hacer un primer diagnóstico de la realidad y también plantear numerosos desafíos.
Por su parte, Mons. Pedro Jubinville, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), expresó su alegría por el lanzamiento realizado en Paraguay. “La tierra misma nos invita a una comunión que traspasa las fronteras”, dijo.
Así también, Miguel Cruz, Secretario Ejecutivo de la Red, enfatizó que la REGCHAG quiere escuchar los clamores de los pueblos y
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acompañar en su caminar frente a las distintas problemáticas que se presentan hoy.
La Hna. Rosita Sidasmed, vocera de la delegación argentina, señaló que la red significa un espacio “para responder a los llamados que sentimos en nuestros territorios”, que sufren la devastación como consecuencia de la expansión de la frontera agrícola, la minería a cielo abierto y la tala de los bosques, entre otras situaciones.
A su turno, La Capitana Grande, del Pueblo Guaranì de Villa Montes, Paulina Cuevas, vocera de la delegación de Bolivia, comenzó saludando y dando sus palabras iniciales en su idioma indígena. Además de denunciar las heridas del territorio, resaltó el trabajo coordinado de esta nueva propuesta de la REGCHAG.
También, José Ibarra, vocero de la delegación de Paraguay, indicó que como red se busca tener una actitud de escucha que conlleve a un compromiso, a acciones que se estuvieron identificando durante los días de encuentro que pudieran posibilitar mejores condiciones de vida en los territorios.
Por último, Nelson Villareal, vocero de Uruguay, país participante como observador, remarcó que la armonía de la naturaleza y de la sociedad reclaman reconocer las formas en que se está explotando la naturaleza, se está dañando y excluyendo a la sociedad”. Agregó además que en la medida de la apertura a una mirada distinta se comienza a transitar la esperanza de constituir otra práctica, otra manera de la construcción como sociedad, como cultura, y como fe cristiana.