Por Silvia Celi
El 23 de febrero de 2019, varios camiones, cargados hasta los topes de ayuda humanitaria, lograron atravesar el puente Francisco Paula Santander que comunica la colombiana ciudad de Cúcuta con la venezolana Ureña. Del otro lado, uniformados venezolanos lanzaron un ataque a los voluntarios con perdigones y lacrimógenos.
Sobre una de estos vehículos se encontraba Maritza Ramirez, una venezolana que vive en Pensilvania, Estados Unidos desde hace más de veinte años. Maritza viajó a Cúcuta para integrar el cuerpo de voluntarios que se encargaba de transportar la ayuda humanitaria hacia Venezuela.
En este reportaje, Maritza cuenta como los uniformados se robaron el primer camión del convoy y “accidentalmente o voluntariamente”, no sabe, los uniformados prendieron fuego a otros dos camiones.
Madeleine García, quien trabaja para Telesur, un canal afín al régimen de Nicolás Maduro, reportó que los camiones habían sido incendiados por terroristas venezolanos y que el cargamento no tenía nada de humanitario.
Apoyandose en fotografías, García declaró luego que los camiones habían sido incendiados por personas que estaban en los camiones y que llevaban bidones con carburante.
Este testimonio, crítico y acusador con los voluntarios, fue desmentido en todas las redes sociales por la periodista Karla Salcedo Flores, de la cadena colombiana Caracol, autora de las fotos. Salcedo Flores subrayó que en los bidones había agua.
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