El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha puesto en un compás de espera el auxilio financiero que en septiembre iba a dar Argentina hasta saber quién gana las elecciones presidenciales de octubre, una demora que alimenta el clima de incertidumbre que atraviesa la golpeada economía argentina.
El gobierno de Mauricio Macri, quien aspira a la reelección, esperaba recibir este mes 5.400 millones de dólares correspondientes a uno de los tramos del acuerdo por 56.300 millones de dólares que Argentina firmó con el FMI a mediados de 2018, poco después de que el país entrara en una crisis cambiaria y entrara en recesión.
El desembolso, necesario para reforzar las alicaídas reservas monetarias argentinas, dependía de una auditoría que el FMI debía hacer sobre las metas fiscales y monetarias del segundo trimestre de este año que, según aseguran desde el país suramericano, se han cumplido.
Pero el revés electoral sufrido por Macri en las primarias de agosto, que complicaron sus perspectivas para las presidenciales, y la duras críticas del principal candidato opositor, Alberto Fernández, al Fondo y su supuesta responsabilidad en la crisis que vive Argentina han hecho que el organismo pospusiera la revisión con miras a autorizar el desembolso.
En la última semana, altas autoridades del FMI se reunieron en EEUU con el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, para analizar la situación del país, afectado tras las primarias por severas turbulencias financieras con impacto en la economía real.
CLASE MEDIA, EMPLEO Y PYMES
El presidente Mauricio Macri, quien aspira a la reelección, le hablará al bolsillo de la clase media cuando anuncie, a partir de hoy, sus propuestas de campaña para los próximos cuatro años, en su intento de revertir el resultado de las primarias e intentar la hazaña del balotaje.
Macri hará propuestas sectorizadas para capturar respaldo, buscará aliviar impuestos y fomentar el empleo, y se dirigirá a los industriales, las pymes y los monotributistas, sectores productivos y de la clase media.
Los tiempos