Tras una semana en el cargo de viceministro de Políticas Comunicacionales, Danilo Romano presentó su carta de renuncia ante la ministra de Comunicación Roxana Lizárraga, el pasado 28 de noviembre y denunció al ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano por haber cometido injerencia en su cartera.
Romano hizo pública su carta de renuncia, en sus redes sociales, en la indica que responde a una solicitud que habría hecho el Ministerio de la Presidencia argumentando que tenían “problemas de irregularidades”. En su publicación también explicó que se vio coaccionado por “bajezas” del ministro Justiniano, después de aclarar que se negó a a viabilizar “Consultorías Internacionacionales Comunicacionales”.
El ahora exviceministro aclara que fue criado solo por su madre, que desconoce a qué hace referencia el ministro de la Presidencia y que no se lo debe juzgar por acciones ajenas.
Romano, en su misiva, se refiere también a despidos de funcionarios públicos. Señala que desde el Ministerio de la Presidencia se dijo que no habrían despidos masivos y pide: “por favor cumplan su palabra“, recordando que los afectados tienen familias a las que deben sustentar.
“Si solo esperan que se diga lo que se quiere escuchar, entonces se caerá en los mismos errores que tanto se criticaron al anterior gobierno”, dice en la carta.
El viernes Justiniano se vio involucrado en otra denuncia que incluso se hizo formal ante la justicia. La fiscal a cargo del caso de violación grupal denominado La Manada, en Santa Cruz denunció al Ministro y a una exjueza por injerencia y amenazas de muerte. Justiniano continúa siendo abogado de uno de los acusados.