El número de muertos causados por los bombardeos israelíes en Gaza ya alcanza los 1.417, con unos 6.268 heridos, informa este jueves el Ministerio de Sanidad gazatí, mientras que el saldo de víctimas en el lado israelí causado por el ataque de la organización islamista Hamás el sábado pasado se mantiene de momento en torno a 1.300.
Entre los muertos de Gaza se cuentan ya diez miembros de personal sanitario, según el Ministerio, según el cual, el saldo de víctimas incluye 447 niños y 248 mujeres.
Al balance de ambos bandos se suman aproximadamente un millar de muertos entre los milicianos de Hamás caídos combatiendo con las fuerzas de seguridad en territorio israelí, donde aún continúan combates esporádicos, con cinco milicianos muertos ayer, según el portavoz del Ejército Richard Hecht.
Tampoco se sabe nada aún del destino de los secuestradas por Hamás y llevados a Gaza como rehenes, que podrían sumar unas 200 personas, según algunas estimaciones israelíes.
Hamás y la Yihad Islámica aseguran tener unos 130 rehenes entre ambos grupos, y el Gobierno israelí ha confirmado la identidad de 97 de ellos y notificado a sus familias, según ha revelado hoy el portavoz del Ejército Daniel Hagari.
De los 854 cadáveres que han llegado a la base militar de Ramla, donde se están llevando a cabo estas labores, solo 361 han sido identificados y 264 enterrados, ya que antes de los sepelios se deben tomar pruebas de ADN y fotografías, que se cotejan con una base de datos nacional.
El proceso se ha visto ralentizado por la falta de personal y equipos experimentados, y sobretodo por el elevado número de muertos, más de 1.300, algo sin precedentes en Israel.
Muchos de los cuerpos del millar de milicianos que Israel dice haber matado durante los enfrentamientos armados en territorio israelí, están todavía esparcidos por comunidades del sur de Israel.
El proceso de recogida está siendo lento, pero algunos ya han sido trasladados a otras instalaciones donde también se someten a pruebas de ADN para evitar confusiones.
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